Las paredes recién terminadas necesitan un tiempo de curado antes de pintarlas para evitar que la alta alcalinidad de las paredes recién construidas ataquen la pintura.
Se debe esperar un mes si es una pared exterior y 3 meses si es una pared interior.
Si no es posible esperar este tiempo, es conveniente lavar bien las paredes con una mezcla de 10 partes de agua por una de ácido muriático, enjuagar y dejar secar muy bien antes de pintar.
Si la pared presenta algún tipo de grieta o golpe, aplicar cernido plástico con ayuda de una espátula en capas bien finas y dejar secar. Luego, lijar la zona para dejarla lisa y uniforme, y por último eliminar el polvillo producido con un paño húmedo.
Antes de aplicar la pintura, se debe aplicar Acondicionador de Superficies, para tener una mayor adherencia y una fijación más pareja de la pintura. El sellador a aplicar en superficies nuevas debe ser de la más alta calidad, con un alto contenido de resina, ya que este servirá de base para la adherencia de todas las capas posteriores.
Se debe esperar de 24 a 48 horas para que seque perfectamente.
Si la pintura se realizará en una obra recién terminada o donde se están realizando varias reformas, es conveniente dejar esta tarea para último momento, con el fin de evitar que el polvo que puede originarse con los otros arreglos se pegue en la pintura fresca.
Se comienza a pintar siempre por el techo o cielo raso, luego por las paredes y si hubiera más superficies, se continua con las puerta, luego las ventanas y por último, los zócalos.
La cantidad de manos a pintar dependerá sobre todo del poder de cubrimiento de la pintura que se compre.